miércoles, 26 de marzo de 2008

Mirada

La portera de la casa fue la última persona en ver a Rita. En su declaración a la policía, dijo que la había visto subirse a un taxi y que llevaba una maleta pequeña. Rita vivía sola en un ático en el centro de Madrid. En la misma calle tenía una tienda en la que vendía sus propios diseños. El negocio le iba bien. Contaba con una clientela fija que apreciaba el corte austero y elegante de sus prendas. Los clientes fueron los primeros en inquietarse al ver la tienda cerrada y sin ningún aviso. Rita no se había despedido de nadie. No tenía muchos amigos y mantenía una relación distante con su familia. Era una mujer atractiva, morena de ojos claros y unos pómulos que parecían esculpidos en su cara angulosa. En las investigaciones, la policía rastreó los movimientos bancarios de Rita. Comprobó que había comprado un billete de avión a un lugar con nombre impronunciable. Su familia no tenía explicación alguna para aquello. No sabían que tuviera espíritu aventurero. A ella, dijeron, le gustaba su vida cómoda y sin complicaciones. Pero Laura, su amiga más cercana, contó que Rita se había obsesionado últimamente con las noticias sobre la gente que llegaba cada día a las costas españolas en frágiles cayucos. Había pegado en la pared la foto de un chico que recortó del periódico. Estaba tumbado sobre una manta de Cruz Roja. Su mirada perdida, decía Rita, era lo más hermoso que había visto en su vida. El titular de la información decía algo así: El frío y la fuerte marejada no arredran a los sin papeles.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué mirada impresionante, y qué buena idea la tuya...Eres grande compañera!!!!
Besos,
S.

Ana H. dijo...

Gracias Sarita, eres tu ¿no? Quería haber subido sólo la foto. Es una imagen que recorté de una información de El País y que se me clavó en el corazón. Pero el blogger no me deja enlazar la foto escaneada a la palabra. O yo soy una torpe, que esa es otra ;-)

Natalia dijo...

Me ha encantado, me dice tanto en tan poco sitio... Sigue, amiga, sigue!!!

Natalia dijo...

No conocía esta faceta tuya, me encanta. Un beso grande, NMC